Sobre el Yoga

El Yoga es mucho más que un simple ejercicio o una simple relajación. Sus objetivos tienen que ver con atendernos a nosotros mismos con respeto y sensibilidad: observar los procesos de la mente y aprender a vivir la vida desde la propia realidad interior.

¿Es posible llegar a esta meta trabajando con, en y desde el cuerpo? Claro que sí. Es la base para obtener una vida llena de serenidad y confianza.

La práctica del Yoga ofrece las herramientas necesarias para poder emprender un proceso íntimo y vital a través del cual, se potencia la capacidad de estar presentes en la propia vida.

En la Escuela puedes encontrar una práctica muy potente o muy suave; muy fortalecedora o muy reparadora; muy estática o muy dinámica; de mucha precisión técnica o de mucha fluidez. Siempre podrás elegir según tu nivel y tu estado.

Los resultados más inmediatos de la práctica de Yoga y de la meditación tienen que ver con el cultivo de la paz interior y de la quietud. Son la base para que los otros beneficios del Yoga surtan un efecto real y auténtico para vivir una vida digna y feliz.

Este es uno de los grandes regalos que el Yoga nos ofrece: la conexión con el momento presente. Con la práctica, más conscientes nos hacemos de nuestro entorno y del mundo que nos rodea y más conciencia generamos sobre nosotros mismos.

El Yoga contribuye a mejorar la capacidad cardíaca y pulmonar. Gracias a las posturas enlazadas al ritmo de la respiración, se genera la actividad aeróbica que el cuerpo necesita para el funcionamiento óptimo de un corazón sano.

La práctica de Yoga, a través de las posturas y del movimiento, ayuda a mejorar la circulación de manera eficiente y real, aumenta la oxigenación de las células del cuerpo y regula la circulación energética, objetivo fundamental del Yoga físico.

Si bien la mayoría de los efectos del Yoga en la pérdida de peso es anecdótico o experimental, está comprobado que el Yoga ayuda a mantener y controlar el peso. Nunca hay que olvidar que este beneficio es un regalo que la práctica de Yoga nos brinda.

En la práctica de Yoga participan todos los músculos del cuerpo como si se tratara de una orquesta que toca una melodía armoniosa. Aumenta la fortaleza y la conexión con la relajación y el alivio de la tensión.

La práctica de Yoga mejora la flexibilidad y la movilidad e incrementa el rango de movimiento. Con la práctica, los músculos se van estirando con mayor facilidad y las articulaciones aumentan su elasticidad. Esto nos ofrece mayor agilidad.

Es el fundamento de la salud y el bienestar. El Yoga ayuda a regular y a restablecer el equilibrio de los sistemas nervioso y endocrino que son responsables del proceso de recepción, integración y respuesta del cuerpo y la mente.

Reincorporar la respiración natural es fundamental para la vida diaria. El Yoga se basa en facilitar la recuperación de esta función vital que es la más importante para el ser humano. La respiración también es clave para el control de la mente y la meditación.

Aunque no existen datos ni estudios, la experiencia nos demuestra que la práctica de Yoga es muy efectiva en el alivio del dolor. Tanto asana (posturas), como la relajación y la meditación proporcionan un beneficio considerable ante el dolor en las personas con enfermedades o dolencias de cualquier tipo.

Está bien demostrado que con la práctica de Yoga se pueden reducir los efectos físicos y mentales del estrés. El organismo reacciona al estrés a través de una respuesta de lucha o huida que supone una combinación que libera cortisol –la llamada hormona del estrés–.

La práctica de Yoga que propone un proceso de escucha y que en sus planteamientos mira a desarrollar el respeto y la sensibilidad hacia el cuerpo y la mente, reduce los niveles de cortisol de manera casi inmediata. La mayoría de las clases de Yoga proponen este proceso. Aprender a relajarse en la acción intensa, es la semilla que crea los recursos personales para responder al ritmo frenético de la vida con ecuanimidad y centramiento: sin estrés.

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